¿ESTÁS ESTANCADO EN TU ENSEÑANZA?




  •          ¿Te sientes frustrado constantemente cuando alguna actividad en clase no sale como esperabas?
  •          ¿Sientes enojo hacia tus alumnos, coordinadores o compañeros maestros?
  •         ¿Has tenido recientemente mal desempeño en tus clases?
  •          ¿Sientes pesimismo ante todo y todos, especialmente a que tus alumnos “aprendan”?
  •          ¿Has perdido interés en las actividades que puedes desarrollar en clase?
  •         ¿Tienes fatiga y falta de energía dentro y fuera del aula?
  •          ¿Te cuesta concentrarte, recordar detalles, y tomar decisiones que involucran las actividades aúlicas?
  •         ¿Insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado?
  • ·      ¿Dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, especialmente en tus primeras clases?

Si a todo o a la gran mayoría contestaron que sí, resulta que posiblemente estén estancados en la cotidiano de la enseñanza, y por ende en lo que hacen o dejen dentro de sus aulas.  



La vida como docentes demanda mucho tiempo de nuestro día a día, y muchas veces, -seamos honestos- nos dedicamos a enseñar sólo por la remuneración económica, la seguridad que simboliza retirarnos en 10,15,20 años, y la “estabilidad” laboral que representa el sistema educativo.  

Recuerda que sólo hay dos tipos de emociones: positivas y negativas, sin duda el sentirnos estancados en la manera en que enseñamos es vivir envuelto en un “auto-ambiente” negativo la mayor parte del tiempo, y esa emoción puede comenzar a traspasar a la calidad de tu enseñanza y a contaminar la forma en que te desempeñas y la relación con tus alumnos y colegas.




Por ello que considero que si ya dedicamos muy buena parte de nuestro tiempo dentro de un aula o con actividades relacionadas a ella; ¡DESPIERTA!; no te des el lujo de permanecer en un estado casi VEGETATIVO. Tus alumnos esperan lo mejor de ti, y que seas un agente de cambio.

      ¿Qué puede estar provocando ese estancamiento y cómo salir de él?

• No tener claramente definidos los objetivos de clase, y por no saberlos es más cómodo quedarse en donde se está o repetir las actividades que más o menos nos funciones. Entonces DEFINE LOS OBJETIVOS.

• No tener la pasión y entrega hacia un modelo de enseñanza. Consideras que ya no hay nada bajo el sol, que has intentado todo y que no hay nada más que aprender. Entonces DEFINE TU PROPIO MÉTODO.

• Poca capacidad de negociación con posiciones de autoridad, compañeros maestros, alumnos y padres de familia. APRENDE A NEGOCIAR con asertividad.

• Temor al cambio, a lo mejor no estás dispuesto a pagar el precio de intentar cosas nuevas en clase. INTENTALÓ, SI FUNCIONA HABRÁS GANADO, Y SI NO, APRENDISTE UNA LECCIÓN.


El fin del 2017 se acerca rápidamente, y con esto vienen las ansiadas vacaciones decembrinas. Debes RECALCULAR y verte del otro lado del escritorio. Si tu fueras tu propio maestro, ¿te sentirías motivado a asistir a tu clase?

Porque no hacer del 2018 el año en donde fluyas, corras libre y vuelvas a sentir esa pasión por la enseñanza que sentiste el primer día de tu carrera que te paraste frente a grupo. ¡Deja de sentirte estancado y prueba lo delicioso de vivir cada día enamorado de tu profesión!






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