INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA TUS ALUMNOS


Un tema del que mucho se ha hablado es la inteligencia emocional. Seguro has escuchado este término en áreas como liderazgo, management, alta dirección, psicología, por mencionar tan solo algunos. En últimas fechas también, se ha investigado sobre el desarrollo de la inteligencia emocional como apoyo a la educación.

Las preguntas a considerar en este artículo son: ¿Qué es la inteligencia emocional? ¿Cómo puedo ayudar a mis alumnos a desarrollarla? ¿Con cuáles beneficios?

Para empezar, la inteligencia emocional es la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y trabajar sus emociones y las de los demás con eficiencia y generando resultados positivos. En resumidas cuentas, es la habilidad para gestionar bien las emociones. Tanto las nuestras como las de los demás.

¿Qué nos muestra el sistema educativo sobre la inteligencia emocional en nuestros alumnos? Según datos publicados por la Secretaria de Educación Media, en México:

·     Uno de cada tres estudiantes de bachillerato ha agredido a alguien física, verbal o psicológicamente en los últimos 12 meses.
·        Uno de cada dos piensa que es difícil cumplir una meta si necesita hacer un esfuerzo prolongado.
·          Uno de cada tres no se considera socialmente empático.

Un alumno emocionalmente sano se caracteriza por: ser empático, resiliente, tolerante a la frustración, generoso, ecuánime, consciente y sensible a las necesidades de los demás, además de mantener un pensamiento positivo y una autoestima equilibrada. ¿Son nuestros educandos emocionalmente sanos? La respuesta es: no.




Es debido a estos argumentos que este tema cobra especial interés en mi desarrollo profesional y en retrospección concluyo que en mi formación docente jamás se me preparó en tal cosa como la gestión de las emociones. Aprendí psicología del adolescente, estrategias de enseñanza, laboratorio de docencia, etc., pero el tema de las emociones en mis alumnos y como ayudarles a controlarlas no estuvo presente.  Debido a esto me cuestiono si hay alguna manera en que pueda ayudar a mis alumnos al respecto.  

¡Por supuesto que sí! Si algo le hace falta al mundo es gente emocionalmente sana. La mejor manera de lograrlo es empezar a trabajar con ellos en tu contexto escolar y buscar el apoyo desde casa. Habla con los padres de familia y comparte la importancia de entender y trabajar con las emociones de sus hijos.

Sin embargo; en lo que a nosotros compete, estas son algunas estrategias que de seguro te serán muy útiles:

·      Se empático con las emociones de tus alumnos. Ante cualquier arranque de ira, dile: “Veo que estás enojado. Algunas veces, cuando estamos enojados, no queremos hablar. Nos dan ganas de romper cosas o de pegar, nuestra respiración se acelera”. “Entiendo que te sientas enojado. A todos nos pasa”. Dale la confianza que necesita para poder expresarse sin que lo juzgues. Escúchalo, hazle saber que lo entiendes y no le pongas etiquetas.

·         Enseña a los alumnos que lo primero que tienen que hacer es identificar sus propias emociones. ¿Cómo esperamos que un alumno controle su enojo o frustración si no sabe que la emoción que está sintiendo es algo que experimentamos todos y, sobre todo, que se puede controlar? Hay que ponerle nombre a lo que sienten.  

·         Ayúdalo a manejar sus emociones. Para ello, puedes utilizar la técnica del semáforo. Dibuja un semáforo en una cartulina y explícale su funcionamiento, que es similar al de los de la calle. El rojo significa que debemos detenernos a pensar. El amarillo representa la duda: no sabes qué hacer ni qué podría ocurrir según lo que decidas, así que es mejor andarse con cuidado. En cambio, cuando estamos en verde es porque tenemos claro qué hacer y estamos listos para avanzar.

·         Aprovecha cualquier situación para hacerle entender sus emociones y las de los demás. Pregúntale cómo se siente, cómo cree que se siente su amigo, incluso el personaje de un libro o de una película.

·         No intentes evitar que se sienta frustrado de vez en cuando, mejor deja que aprenda de ello. Velo como una oportunidad para que aprenda a manejar las dificultades que se le presenten.




Cuando los alumnos entienden sus propias emociones empiezan a entender las de los demás, empiezan a ser empáticos y a desarrollar sus habilidades sociales.

Utilizando estas estrategias, uno de los tantos beneficios es bajar el nivel de violencia y agresión en tu salón de clases y que tus alumnos obtengan una autorregulación emocional.

            En un próximo artículo hablaré de cómo trabajar la inteligencia emocional en nosotros mismos, los docentes.


Abdel Jacobo

Comentarios

  1. ¡Hola Abdel! Muy de acuerdo con tu percepción sobre cómo educar holísticamente. La enseñanza debe considerar al aprendíz como una persona que siente y no sólo que entiende. Creo que debemos aprender más de estos temas y planear lecciones que promuevan la empatía, resiliencia, tolerancia, etc. Después de todo, ¿no es la clase de idiomas el lugar ideal para yrabajar esto? Gracias.

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  2. https://www.edutopia.org/practice/morning-meetings-creating-safe-space-learning?utm_source=facebook&utm_medium=socialflow

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